Hagamos un propósito: comprar los regalos de Navidad que podamos a pequeñas empresas y a autónomos.
La vecina que vende por catálogo o por internet, el artesano que hace bisutería, la amiga que tiene una tienda en el barrio o un puesto en el mercadillo, el pastelero que hace los turrones artesanos, el chico que tiene un pequeño puesto en el mercado...
Hagamos que el dinero llegue a personas comunes y cercanas.
Así, más personas tendrán una mejor Navidad.
Si estás de acuerdo, comparte este mensaje!